lunes, 10 de octubre de 2011

Los recuerdos


No sé a vosotros, pero a mí me produce una sensación rara cuando veo en venta en los mercados de segunda mano los álbumes de fotos de alguna familia. Incluso me da un poco de pena pensar que los recuerdos de toda una vida acaben tirados por el suelo de esta manera, como si esos recuerdos ya no fueran de nadie, como si no pertenecieran a nadie, como si las fotos formaran parte, de alguna manera, del propio olvido.

Para mí las fotos siempre han tenido mucha importancia, son parte de la vida de uno mismo, por eso digo que me produce esta sensación extraña que realmente no sé explicar, pensar que se puedan vender los recuerdos en un mercado es algo difícil de digerir. Supongo que son recuerdos que ya no pertenecen a nadie y que quizás busquen algún lugar donde nuevamente poder vivir.

6 comentarios:

  1. Muy bonito lo que comentas Javier, opino lo mismo, es una pena, pero además aunque no le interese a algunos familiares, a quien le va a interesar fotos ajenas. Una pena.
    Un abrazo

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  2. Parece un collage, y tienes razón es triste porque la fotografía nos muestra un pasado cercano o distante, cuenta una historia, es un instante congelado en la memoria. Buen trabajo

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  3. Me encanta este post, me gustan mucho los mercados de segunda mano. A mí los álbumes de fotos antiguas, ajenas, me fascinan. Están lanzadas al viento como al destino. Poseen un poder de inspiración enorme a la hora de escribir. Me encantan. Me los quedaría todos.
    Besos

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  4. es una pena, claro que si, pero estas tu para volver a darles vida!
    graciaaaas Javier y un abrazo,
    elena

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  5. Hasta los recuerdos siguen el ciclo de la existencia. Aunque las fotos se destruyan los recuerdos siempre perviven ,fueron en su día experiencias que dieron fruto una acción , vaya¡¡, me has hecho pensar con tus reflexiones jejeje
    Un abrazo

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  6. Es algo que no entiendo y que me sorprende, porque no entiendo a quien se desprende de una parte de su vida (aunque la tenga en su memoria), ni tampoco a quien compra esos recuerdos (¿quizá para construirse una historia?)
    Muy buena entrada, Javier.
    Un abrazo.

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