martes, 18 de octubre de 2011

Cuarto y mitad


Cuando era pequeño recuerdo estar en la charcutería y escuchar a alguna señora pedir al dependiente "cuarto y mitad de chóped", siempre me llamó la atención esta particular medida "cuarto y mitad", era además muy común, nada de medio kilo y nada de un cuarto, la medida perfecta era cuarto y mitad de kilo.

No sé por qué cuento esto, pero me viene a la cabeza al ver la foto. Sería curioso, por lo menos, que la cultura la pudiésemos comprar por kilos, entrar por ejemplo en una librería y llevarse a casa, por un módico precio, un puñado de cultura, se puede llevar uno un puñado de libros, pero no es exactamente lo mismo. La cultura no se puede comprar, aunque de alguna manera sí hay que invertir en ella, dinero y tiempo, aunque por todos es sabido que realmente la cultura no tiene precio.

7 comentarios:

  1. por ese cuarto y mitad de cultura, tu tienes arte por Kilos!!!

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  2. pour avoir juste un kilo, il n'y aura peut-être qu'un demi livre et on ne connaitre jamais la fin de l'histoire ....
    joli post !

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  3. Concordo em absoluto
    com a bicocacolors
    abraço

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  4. Saltando como canguro desde tu otro blog llego hasta aquí, y es que cocinar, escribir y fotografiar, (junto a un centenar más :), forman parte de mis vicios.
    Yo había comprado en el mercadillo un kilo de diarios viejos ¿te imaginas?, ¡un kilo de papel de diario! Pero no me arrepiento. Aunque fuese sólo un gramo de cultura,ojalá todos pudiésemos comprar una ración.
    Totes les fotos del teu blog m'han agradat.
    Salutacions.

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  5. Sí, la cultura no pueden ser comprados y libros ...
    .... lo que nos depara el futuro? Mañana no va a leer en los libros? Sólo Internet?
    una imagen muy buena. Se crea un montón de espacio para sus propios pensamientos.

    un fuerte abrazo
    isabella

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  6. Me gusta esta forma que tienes de presentar tus fotos que más que una historia abordas temas existenciales con desparpajo y frescura, Javier eres todo sorpresa. Un abrazo

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  7. Siempre me ha gustado comprar libros. Y no sólo por el noble arte de leerlos sino por todo el ritual que conlleva buscar, mirar, quizá este, quizá el otro, encontrar... Llegar a casa, oler, ojear, y comenzar a leer. Para mí es una de las experiencias más agradables. Por eso Sant Jordi es mi fiesta preferida.
    No quisiera comprar a peso la cultura, ni los libros, aunque alguna vez se puede hacer para tener algunos por un módico precio. Prefiero seguir con mi ritual.
    Genial la entrada, Javier. Me encanta la foto.

    Un abrazo y que tengas una estupenda semana.

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