Durante un tiempo España ha basado su economía en las obras. En prácticamente todas las ciudades las grúas y los ladrillos se hicieron dueños del paisaje. Histeria colectiva por comprar y vender pisos. Hasta que llegó el día en el que según nos dicen se rompió la burbuja. Lo que hoy valía cinco, regálelo usted porque ya no valdrá dos y mucho mejor tres. Se acaba la fiebre del ladrillo y se paran las obras. No se construye, no se compra, no se vende, no se trabaja, la producción se para, no hay dinero, la economía es de humo y no se mueve, se acaban los ahorros, las hipotecas axfixian, los bolsillos se resienten, llegan los problemas. Nos apretamos el cinturón porque llegan los recortes. Yo me pregunto "¿alguien habrá hecho las cosas mal para vernos así, no?" Pero no sé cómo se montan la historia que siempre terminamos pagando los mismos los platos rotos.
No va bien la cosa, hemos adorado el cemento, las grúas y el ladrillo como si fueran la salvación del mundo. Creamos una economía ficticia que se ha derrumbado de un plumazo. Explotó la burbuja. Ahora las finanzas se resienten. Dios bendiga las obras.
Lo que me fastidia es que los mismos que comenzaron hace años a generar la burbuja inmobiliaria, ahora se dedican a acusar al actual gobierno de que la culpa es suya. Y a estos, déjalos ir también, ayudando a los bancos y haciendo reformas que sólo benefician a los de siempre: al capital.
ResponderEliminarDios bendiga las obras, pero me parece que ya las bendijo bastante... La foto es genial, y el título me encanta...
Un abrazo, y que tengas un buen viernes.
No quiero ser agorero pero estamos haciendo historia, estamos asistiendo al derrumbamiento de la Europa occidental y su estado del bienestar, que está siendo engullido por la criatura que ella mismo dio vida. jejeje
ResponderEliminarVaya foto¡¡¡ que arte tienes¡¡¡
Hola!
ResponderEliminarSanta Helena a vuelto a lo alto de la catedral, tengo pendiente publicar la foto :D
Malos gestores y demasiada confianza en un sistema que muchos pensaban en infalible. Y demasiados ciudadanos confiados en las promesas de charlatanes vendiendo bonanza infinita.
Un abrazo
Caro amigo, vivemos submetidos a uma ditadura económica...Bela fotografia....Espectacular....
ResponderEliminarUm abraço
Pues ha pasado lo que tenía que pasar, ibas a comprar un piso,te pedían una cantidad y a los cuantos dias volvias y se había subido un par de millones.Ellos han tenido la culpa,junto con los bancos, te daban más de lo que valía el piso.
ResponderEliminarSe acabó la alegría de vivir, ahora viene la época de las vacas flacas para la mayoría, aunque algunos siguen aprovechandose de la situación.Una verguenza.
La foto preciosa, que vista tienes.