El Tió

Recuerdo mi primera Navidad en Barcelona cuando me encontré con El Tió, con su amplia sonrisa y su barretina en la cabeza. Es un tipo que a primera vista ya cae bien. Me contaban que es una tradición muy arraigada en esta zona, días antes de Navidad la familia coloca este simpático tronco de madera en casa, cerca del árbol, tapado con una manta para resguardarlo del frío, y que van proporcionándole pequeños manjares como magdalenas de chocolate, queso o naranjas, para sorpresa de grandes y pequeños El Tió va comiéndose cada cosa que ve delante de sus morros. Pero para sorpresa sorpresa la que llega la Nochebuena cuando toda la familia se reune junto a él, y en una tradicional ceremonia lo azota con pequeños elementos, como cucharas de cocina de madera, y le cantan alegres canciones. Los golpes surten efecto, ante tal presión, El Tió comieza como loco a (con perdón) cagar caramelos y regalos para los más peques de la casa que van saliendo de debajo de la manta que durante tantos días lo ha resguardado del frío. La operación se repite varias veces, azotes, canciones, azotes, canciones y por arte de magia El Tió sigue defecando golosinas, por eso es tan importante darle bien de comer los días previos a la Navidad. Por increíble que parezca yo lo vi cagar hasta un reloj. Cuando está cansado no resiste más golpes ni más canciones sencillas y envolventes, termina defecando una patata, lo que significa que da por concluída su deposición. Realmente es una experiencia inolvidable.

No me digáis que no es un buen motivo para venir a Barcelona estas Navidades y conocer al Tió, podemos buscar un vuelo low cost a Barcelona y pasar junto a este simpático personaje las fiestas en la ciudad.

Aprovecho para desearos a tod@s los que pasáis siempre por aquí una Feliz Navidad y un nuevo año 2011 lleno de buenas sensaciones. Es un placer encontrar vuestros comentarios que sin duda alguna son los que le dan sentido al blog y vida a la fotos. Gracias por estar ahí. Abrazos