Aquí lo tienen, lo encontré hace algún tiempo, con su perro, cantando, por los alrededores de la Sagrada Familia. Animando al personal. Feliz como una perdiz ante los ojos de cientos de turistas. Llamó mi atención inmediatamente, básicamente por su alegre indumentaria y por el atuendo de su compañía. Producía una gran ternura. En seguida me asaltaron las preguntas, me pregunto qué lleva a una persona de su edad a coger una guitarra, acompañarse del que posiblemente sea su mejor amigo y cantar alegremente, desprovisto de vergüenza ante los ojos de los demás.
Um belo flagrante da vida cotidiana
ResponderEliminarabraço
Milton
Miltonhttp://www.miltonostetto.blogspot.com/
Excelente retrato has captado toda su personalidad, saludos...
ResponderEliminarLe conozco ¡claro que sí!. Le has pillado en plena labor.
ResponderEliminarTal vez si fuéramos menos pudorosos seríamos más felices.
(Vaya, hoy no comento más porque el metafísico lo tengo de guardia)
Abrazos
Bonito y simpático retrato. Sin duda alguna todo un personaje. Saludos.
ResponderEliminarEstoy convencido de que hay personas que hacen este tipo de cosas de forma altruista, únicamente por el placer de arrancar una sonrisa al espectador.
ResponderEliminarPreciosa captura, Javier. Que tengas un buen fin de semana.
Un abrazo.
Un buen retrato de una persona equilibrada que entiende muy bien en que consiste vivir. Un abrazo
ResponderEliminarEs una de tus fotografías que más me ha gustado. Ese instante captado con tu cámara tiene más mensaje que un tratado de psicología. Fantástica fotografía.
ResponderEliminarBesos
De nuevo en la brecha. Buena captura. Que viva cantando porrón de años, muchos se lo agradecerán. Saludos
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