martes, 17 de abril de 2012

La vendedora de sorpresas


Cuando vi a esta señora vendiendo sorpresas por 1 euro no pude evitar fotografiarla, a veces se me va un poco la cabeza, porque la situación me resultó incluso poética. Poder comprar una sorpresa por un euro. Las sorpresas a veces son bienvenidas, pero otras son un verdadero desastre, incluso desagradables. Porque el término es el mismo, pero depende de como sea o de quien te la dé, la sorpresa toma un cariz u otro diferente. Además me pregunto qué matiz debe tener un acontecimiento para que se convierta a la categoría de sorpresa.

Quiero pensar que todas las sorpresas que estaban a la venta eran agradables, lo que no quita que pudieran ser decepcionantes, porque tal como esta la vida por un euro poca "sustancia" pueden guardar las cajitas. Imagino poder llegar a la señora y decirle "mire usted, hoy tengo un día raro, tome mi euro y deme la sorpresa". Y que de la cajita saliese algo agradable, inesperado, que hiciese que de pronto el día se tornase distinto. Lo que digo, que a veces se me va un poco la cabeza...

10 comentarios:

  1. Javier no solo la foto es buena, me gusta la reflexión que has hecho sobre ella, denota que eres un romántico empedernido!!!

    Un abrazo,
    elena

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  2. love sorpresas !! great shot of life !

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  3. Que sorpresa de foto y que encanto y ternura hay en las pequeñas cosas. Buena semana

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  4. me a gustado tanto lo que has dicho como la fotografía dan ganas de acercarse y comprarle algo a la señora jeje.

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  5. La sorpresa está en tu foto,..., y además es gratis para nosotros, gracias.

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  6. Qué bueno Javier! que ingenio el de esta señora, me encanta! podría estar vacío...sería tb una sorpresa! :)

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  7. Muy bonita foto, y tierna. seguro que estas sorpresas son más inofensivas que las que nos brinda el gobierno cada mañana. Saludos.

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  8. Si hay algo que suele escasear y no es en este caso, es la originalidad, muy original desde luego vender sorpresas, y muy curiosa la toma desde luego, saludos...

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  9. Sabes? hoy me hiciste sonreir.
    Cuando yo era niña había una señora así camino del colegio y te puedo asegurar que por 15 pesetas de antaño, me alegraba el día con una bola saltarina de colorines.
    a veces, es una pena crecer.
    Preciosa imagen, gracias por el recuerdo.
    Besos

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  10. Qué bonita sería que pudiéramos comprar sorpresas (agradables) por sólo un euro. El vendedor se haría de oro. Tanto el momento, como la foto y tu texto me han encantado.
    Un abrazo.

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